Si eres de esas personas que tienen problemas para conciliar el sueño, salvo en vacaciones, quizá la solución pase por adoptar ciertos hábitos para relajarte antes de ir a dormir.
Dr. Pedro Ródenas
Hay personas que en vacaciones logran dormir satisfactoriamente sin medicación, pero a la que vuelven a la rutina vuelven los problemas para conciliar el sueño o mantenerlodurante toda la noche.
Esto parece indicar de forma clara que sufren un insomnio relacionado con la vida laboraly la pérdida de probables hábitos diarios del verano: comer mejor o con más tiempo, contacto con la naturaleza, más actividad física y menos preocupaciones.
Un primer paso es probar con la ayuda de remedios habituales de fitoterapia (como la pasiflora o la valeriana) o bien de algunos complementos nutricionales (como la melatonina o el triptófano).
DORMIR BIEN
En el caso de que estos remedios tradicionales o nutricionales no funcionen, existen otras medidas que se pueden tomar que pueden ser de utilidad.
Claves para dormir bien de forma natural
Desde la medicina naturista, al margen de revisar la actitud y la forma de vivir los problemas que puedan surgir en el trabajo a través de psicoterapia, puedo ofrecer algunos consejos.
Un paseo nocturno de 20 o 30 minutos, después de cenar y a ser posible por zonas tranquilas, ajardinadas o de naturaleza, ayuda a desconectar de las preocupaciones y a relajarse.
El ejercicio físico durante algún momento del día es un buen recurso para descargar la tensión acumulada y también facilita coger la cama con más gusto, sobre todo si además no se hace la siesta y se guarda todo el sueño para la noche.
Si se conoce algún ejercicio de relajación, puede aplicarse a la hora de dormir: meditación, yoga, sofrología… Si no, puede ser una buena idea plantearse aprender al menos alguna de estas técnicas, pues resultan muy útiles en una sociedad tan estresante como la nuestra.
DESCANSO NOCTURNO
Lo que no es recomendable es tener una actividad intelectual o física intensa antes de acostarse. Durante el día, y sobre todo por la tarde, evita tomar de forma habitual tabaco, alcohol o bebidas con cafeína (café, té, mate, bebidas con cola) u otros estimulantes, entre los que se incluye el azúcar blanco refinado.
La cena no debe ser abundante y debe realizarse al menos unos 90 minutos antes de la hora de acostarse. El paseo nocturno o la práctica de algún ejercicio de relajación ayudan a ocupar este tiempo.
Es muy útil asimismo ordenar los horarios de las comidas y del descanso.
AFRONTAR EL INSOMNIO
La homeopatía, no como preparado específico, sino como búsqueda de un remedio constitucional, también puede ayudar de forma efectiva. Para ello aconsejo acudir a un homeópata unicista.
Una ayuda extra: agua fría antes de acostarse
Si con estos consejos aún no duermes bien, antes de ir a la cama llena la bañera o una palangana grande con unos 30 o 40 cm de agua fría (a unos 15 °C), y camina durante dos minutos sin desplazarte del lugar, levantando alternativamente una u otra pierna por encima del nivel del agua.
Al finalizar sécate los pies y deja la humedad de las piernas expulsando el agua solo con las manos. Luego te abrigas los pies con unos calcetines y te acuestas.
Por último, si te despiertas temprano y no puedes dormirte lo mejor que puedes hacer es levantarte, darte una ducha con agua fría al final e iniciar la actividad diaria. Con toda probabilidad por la noche descansarás mejor.
Todas estas medidas también te servirán para mejorar tu calidad de vida en general.
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